viernes, 10 de febrero de 2012

EL EJERCICIO COMO ESTILO DE VIDA

        
Hace mucho tiempo tenemos conocimiento de los beneficios que reporta el ejercicio físico para la salud, pero es sólo en estos últimos años en que esta certeza histórica se ha empezado a considerar como un elemento esencial de la promoción, el mantenimiento y la mejoría de la salud de los individuos.
La actividad física es fundamental para el mantenimiento de las condiciones de salud de todos los seres vivos. Ella se sustenta fundamentalmente en el sistema muscular, que es quien se encarga del movimiento. Este tiene que ver con la supervivencia individual y la conservación de la especie. Actividades como la búsqueda del alimento, la huida del peligro, la procreación, la socialización son la expresión de esas funciones. Si la actividad física es modificada, aumentándola, en términos generales el organismo tiende a beneficiarse, pero si ella es disminuida, voluntaria o involuntariamente, aquel se afecta en mayor o menor medida, dependiendo de la duración que tenga el periodo de sedentario.
Es sabido que uno de los cambios en el estilo de vida de la sociedad contemporánea, está ligado a la disminución del gasto energético, debido a la automatización del trabajo, a la motorización del transporte y al aumento de las actividades sedentarias. La actividad física es uno de los componentes esenciales del estilo de vida. El sedentarismo es la tónica, tanto en los países industrializados como en el nuestro. Son múltiples las investigaciones que demuestran la correlación positiva entre la actividad física y el bienestar físico y mental, así como en el incremento de la esperanza de vida. Según Aurora Bueno (1996) “La realización de ejercicio físico está inversamente relacionado con la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y con la mortalidad general... Por el contrario, la inactividad física ha sido asociada con diversas enfermedades crónicas; las personas que llevan una vida sedentaria presentan enfermedad coronaria con una frecuencia dos veces mayor que las personas físicamente activas, la frecuencia de la hipertensión aumenta entre un 35% a un 52%, e igualmente se ha descrito mayor riesgo de enfermedades digestivas, respiratorias, osteomusculares, fundamentalmente osteoporosis, aumento de resistencia a la insulina y de diabetes mellitus no insulinodependiente, y mayor incidencia de cáncer de colon y mama”.

















Para mas información visitar:
http://www.monografias.com/trabajos16/educacion-fisica-salud/educacion-fisica-salud.shtml

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